Aunque hay militantes que simpatizan con la ultraderecha, AN no tiene raíces nazis
Indica que en los planteamientos históricos del partido no hay connotación racista o de supremacía
El director de la Fundación Miguel Estrada del Partido Acción Nacional (PAN), Aminadab Pérez Franco, rechazó que en las raíces de este instituto político se encuentre el nazismo. Destacó que si bien puede haber personajes que se inclinaron hacia la ultraderecha, ello no implica que la definición del partido se haya dado en términos de una organización profascista.
Estudioso del panismo y con media docena de textos al respecto, se refirió al suplemento dominical de La Jornada del pasado 19 de junio, en el que el caricaturista Rafael Barajas El Fisgón publicó el ensayo La raíz nazi del PAN. Con base en una investigación hemerográfica y bibliográfica, el monero señaló que varios fundadores del blanquiazul simpatizaban con el nacionalsocialismo de Adolfo Hitler.
Hugo Gutiérrez Vega, director del suplemento, publicó en el mismo encarte un texto en el que retoma un libro de Mario Gill, alusivo al intento sinarquista de fundar una colonia utópica en Bahía Magdalena, con el presunto interés de dar cabida a militares japoneses en Baja California durante la Segunda Guerra Mundial.
Al respecto, Pérez Franco rechazó que haya un fundamento nazi en el PAN. Ciertamente hay una raíz católica muy clara, otra universitaria, una vasconcelista y una más ciudadana. Dentro de esta última, hay personas que evidentemente tienen inclinaciones que se pueden llamar de ultraderecha. Siempre las ha habido en el partido. No son extrañas, subrayó, al recordar que incluso ahora mismo, el instituto tiene un dirigente estatal –en el estado de México– que se ha declarado admirador de Hitler.
Explicó que en medio del autoritarismo imperante en el sistema político mexicano, el PAN era uno de los pocos espacios con márgenes de acción independiente y ello hizo que muchas personas con ideología extrema llegaran y se fueran del partido. “Incluso los juveniles que trabajaron con Hugo Gutiérrez Vega tenían ideas muy radicales. Pero eso no significa que Acción Nacional sea una organización nazi o que plante esa ideología.
“Basta con revisar todos los planteamientos históricos del panismo y se verá que en ninguno hay una connotación racista o que hable de la supremacía de alguna raza. Tampoco hay algún planteamiento que justique la violencia. Todo lo que se puede leer en los textos nazis, desde Mi lucha hasta cualquier otro, no coincide con lo que establece el PAN. Ni siquiera en las tácticas de aquellos nacionalsocialistas que entronizaron el uso de la propaganda.
En el PAN, al contrario, hay problemas de propaganda y de relación con los medios de comunicación, agregó Pérez Franco, quien insistió en que no hay evidencia de que Acción Nacional tenga un origen profacista.
Como parte de su investigación, Rafael Barajas retomó frases de la revista La Reacción, la cual externaba una clara simpatía por el nazismo y sus dirigentes. El director del semanario era Aquiles Elorduy y entre los colaboradores se encontraban Manuel Gómez Morín, Pedro Zuloaga, Manuel Herrera Lasso y Gustavo Molina Font, todos fundadores del PAN.
El director de la Fundación Miguel Estrada Iturbide dijo tener dudas en torno a que los panistas mencionados en el ensayo de El Fisgón se identificaran con la Alemania nazi. Por ejemplo, citó el caso de Pedro Zuloaga, quien se dedicó a la divulgación científica y en sus textos de La Nación, el órgano oficial de difusión del panismo, hablaba desde las razones por las que caen las manzanas de los árboles hasta de la física cuántica y la bomba atómica.
Pérez Franco recordó que cuando hizo una investigación sobre los personajes que fundaron el blanquiazul, se encontró con que Zuloaga estuvo en la Universidad de Munich durante el ascenso del nazismo y que fue colaborador de Albert Eisntein en el desarrollo de la energía atómica.
Cuando Einstein salió de Alemania por ser judío, Zuloaga se queda en la Universidad de Munich y retiró todas las pruebas del laboratorio del científico para llevárselas a Estados Unidos y luego devolverlas a Einstein en Princeton. Con ello, estimó, se logró que los nazis no pudieran desarrollar a tiempo su programa atómico.
Un caso diferente es el de Elorduy, quien sí fue una persona muy controvertida y después de ser el primer candidato del PAN a la gubernatura de Aguascalientes en 1944, terminó siendo el primer expulsado del partido por sus artículos y opiniones en las que no sólo atacaba al clero, sino también la revelación guadalupana. Era como el antiguo abad de la basílica Guillermo Schulenburg.
En el caso de que Aquiles Elorduy haya sido un simpatizante nazi, Aminadab Pérez Franco externó en tono de broma, que le gustaría que se publicara un texto sobre las raíces nazis del PRI, porque después de salir del PAN fue senador por el PRI.
Por último, rechazó que Gómez Morín haya tenido filias con el nazismo y, por el contrario, tiene textos donde condena el racismo y las posturas que fomentan el odio y la violencia.
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