"Música maestro, que empiece el baile", es lo que pareciera que quieren los candidatos de nosotros... llevarnos al baile. Las canciones dizque pegajosas para llamar la atención, sobre todo en las colonias de la periferia de la capital, en las unidades habitacionales, tianguis y mercados públicos, tremendo derroche de recursos para engañar al pueblo; otra vez se repite lo mismo, circo para el pueblo, música en lugar de propuestas. Se empecinan a mostrarnos su rostro, como si por eso los fuéramos a elegir: presumen su dentadura, su copete estilo chiquidrácula, sus canas de la experiencia, su mirada franca y sus sonrisas. Consideran a los ciudadanos ignorantes y saben que muchos tienen necesidades fuertes. Porque no entender que la ciudadanía ya evolucionó y quiere espacios de discusión. Basta de frivolidades con grupos minoritarios en desayunos, en reuniones ex profeso, en colonias y en debates cerrados; basta también de corporativismo disfrazado con publicidad en mototaxis, taxis y transporte urbano, después no podrán regularizarlos por las prebendas otorgadas. Mejor al revés, abran su abanico de propuestas y preséntenlas para el debate público.
Los candidatos empezaron, como señala el maestro Amado San Martín Hernández, con la mentira para lograr el voto; inició la competencia de estímulos: gorras, calcomanías, mandiles, paletas, globos, bailarinas, macetas y otra vez, como cada 3 años, se acuerdan de los jóvenes, a quienes han sacado a la calle, pero a asolearse en los cruceros con pendones, pancartas y botargas; se aprovechan de que un buen número de jóvenes no trabaja ni estudia, pero necesita sostenerse. Una pena que ninguno de los candidatos hable de ellos.
En nuestra arena local, el candidato de la alianza "unidos por el desarrollo", quiere que a la gente le vaya bien. En sus propuestas de fin de semana habla de un plan integral de infraestructura hidráulica para resolver el problema del agua, cuando creo que sí sabe, que el agua de la capital está regulada por el gobierno del Estado a través de ADOSAPACO; también habla de un transporte rápido y seguro, cuando también sabe que no le compete hasta en tanto no se promulgue la ley de transporte para conocer si tiene atribuciones y además debe saber que requiere del apoyo de los municipios conurbados; de la estrategia turística también no dice cómo pero está a tiempo de darla a conocer; y sobre los programas sociales tendrá que ser crítico al actual Presidente Municipal al señalar que los reorientará, acaso el Sr. Ugartechea no lo está haciendo bien.
El abanderado del PRI en caballo de hacienda, nos quiere convencer con su lado humano, que sepamos qué hay detrás de su mirada; nos dice que escucha, siente y mira como cualquier ciudadano. En su propaganda habla de compromisos con los que menos tienen, diálogos y acuerdos, el turismo como vocación, un fondo DIF para niños y una clínica para la mujer. Nada conciso ni preciso, nada que diga cómo lo va a lograr. No habla de los verdaderos problemas de la ciudad ni como resolverlos, y lástima, porque los conoce desde hace tiempo. Sigue empeñado en entregar apoyos económicos y en especie a los más necesitados, tal pareciera que prepara el terreno político para la siguiente contienda y dejar a la ciudad con sus verdaderos problemas. Su capital político no lo ha sacado a relucir, no ha aprovechado la condición ventajosa del proselitismo que hizo con anterioridad, está quedando a deber.
El amigo de todos, el que dice borrón y cuenta nueva y que se proclama ganador, el abanderado del PUP, el más ingenioso de todos, obsequiando infinidad de productos para los amigos: palomitas, impermeables, macetas, dulces, etc. Ni bien fue ungido como Diputado Federal y ahora quiere buscar la presidencia municipal, ni siquiera ha informado a la ciudadanía porque quiere brincar a otro puesto de elección popular, el clásico chapulinazo, al parecer no le entendió al asunto legislativo, y por eso regresa a su terruño donde si tiene un séquito leal.
Por último, el candidato del MC, criticado por sus cambios de colores partidistas. Un conocido oaxaqueño que también sabe de los problemas, nos dice que quiere gobernar para poner orden en Oaxaca, por cierto, desorden al que nos estamos acostumbrando los capitalinos. Reconoce a la infraestructura como motor de desarrollo, pero tendría algo que decir sobre de las obras de Sinfra que tienen congestionada a la ciudad en distintos sectores; no dice tampoco cómo será su relación con el ejecutivo estatal al imponerle obras, como el alumbrado público, el agua potable, el embellecimiento de templos, por citar algunos. Con experiencia en la gestión pública, también queda a deber, llega tarde y débil a la contienda y sin propuestas claras, que hasta ya desayunó con toda su parentela para que lo apoyen.
Los candidatos, dicen estar recogiendo propuestas de la gente, siguen circulando las fotos abrazando a niños y adultos mayores, fotos que muestran claramente la ilusión de que van a ser escuchados, sin duda siguen lucrando con su necesidad. En contraste, no hablan sobre cómo van a regular y mejorar el transporte urbano en su jurisdicción; como van darle solución al problema del tratamiento de la basura; cómo regularán en las colonias periferias a los mototaxis, cómo atenderán el problema de la invasión de los miles de taxis colectivos al interior de las arterias de la ciudad; cómo regularan al comercio informal que priva de espacios a los transeúntes y afectan al comercio establecido; cómo regularan las marchas que siempre acaban ocasionando daños materiales a la arquitectura del centro histórico. No dicen nada sobre proyectos concretos para reubicar o crear una nueva central de abastos o una central camionera; no dicen nada sobre el tratamiento de aguas negras y su saneamiento; menos de las estrategias en caso de inundaciones.
Por último, es difícil creer que no contemplen al menos en el discurso, porque dudo que este en su agenda; la celebración de convenios intermunicipales para la prestación de algunos de los servicios mencionados anteriormente, que permita conseguir su efectivo y eficiente ejercicio en sus respectivas jurisdicciones. No se escucha nada en sus canciones de sumar esfuerzos con otros municipios para dar cumplimiento a los servicios que le competen. Esta relación horizontal de los municipios está consagrada en nuestra Constitución en su artículo 115, sabemos que los grandes problemas del municipio de Oaxaca pasan por el espectro metropolitano, no hay visión de mediano y largo plazo en los candidatos, tan solo visión cortoplacista y de estímulos. Así nuestro municipio nunca saldrá de sus problemas, seguiremos siendo comparsa del gobierno estatal, seguiremos pavimentando calles, haciendo bacheo y reparando coladeras. Oaxaca ya conoce de alternancia sin resultados. Oaxaca merece que le vaya bien pero en serio, con propuestas metropolitanas y no con remix de canciones que le gustan al pueblo.